Travelling to Calabor

Me desperté muy temprano. Claro, estaba pesando en la alarma pero sin embargo todo bien. Silencio hasta las siete. Solamente yo haciendo ruido.

Me despedí del hotel (del hombre majo de Lebanon) y llegue a la estación. 

Con mochila te mira mucho la gente aquí. ¡Es la vida! Salimos de Madrid. Yendo por la M30, parecía a una montana rusa por tantas obras que estaban haciendo. Pasamos el túnel, el Escorial, el Valle de los Caídos y dos horas después estábamos en Medina del Campo. 

Eventualmente, llegue a Puebla ¡Que alegría! Conocí a Rafa por primera vez y bajamos a Calabor. ¡Que bonita la Sierra! Tan salvaje como siempre! Pero ahora han puesto una cantidad de molinos. Para mi no quitan nada de la panorama. 

Des repente, estoy en Calabor hablando con mi primo Angel, su hijo Angel y los niños de Cruzi Ricardo y Miriam. ¡Que majos son todos y me hicieron sentir mas bienvenido al pueblo! Fui a ver el quad de Angel. Paqui y el habían caído de el y estaba roto. 

Volvimos a casa a ver mi tía. ¡Que buen espíritu tiene ella! Comimos. ¡Que ricos los tomates!  Después de la comida, ayude a Angel hacer sus deberes de Frances y fuimos al río. Han traído la playa a Calabor. No lo crees. Pues si. El río en mi vida nunca ha estado mejor. Hicieron como piscina allí con cemento y piedra. 

Allí vi a mis primos (Javi [ni le conocí, que vergüenza]), a Susi y a Mari. Estuvimos allí un rato.

Luego, fui a casa de mi madrina y la vi. Fuimos al río otra vez y fui a ver mi padrino, mi tío Manolo.

Por la noche, cenamos, y llego el Tío Domingo con Cruzi y Manoli. Salimos Angel, Paqui y yo a tomar un café y estuvimos en la plaza donde juegan los niños hasta la una. ¡A LA CAMA!